El riego por gravedad es el método de irrigación más antiguo y sencillo, que aprovecha la fuerza de la gravedad para distribuir el agua en los cultivos. Este sistema utiliza canales o surcos para guiar el flujo de agua desde una fuente hasta las áreas de cultivo.
¿Cómo se implementa?
- Nivelación del terreno: Es fundamental que el terreno esté nivelado para que el agua fluya de manera uniforme.
- Diseño de canales: Se crean surcos o compuertas para dirigir el agua hacia los cultivos.
- Fuente de agua: Puede provenir de pozos, ríos o presas.
Ventajas
- Bajo costo: Es uno de los sistemas más económicos en cuanto a instalación.
- Fácil implementación: No requiere tecnología avanzada ni equipos complejos.
- Eficiente en suelos planos: Es ideal para terrenos nivelados y cultivos extensivos.
¿En qué cultivos es ideal?
- Forrajes: Alfalfa y pastos.
- Granos: Maíz y sorgo.
- Hortalizas: Zanahorias y betabeles.
Limitaciones y soluciones
- Pérdida de agua: Puede haber evaporación o infiltración excesiva. La solución es revestir los canales.
- Erosión del suelo: Se puede evitar con un flujo controlado y un diseño adecuado de los surcos.
El riego por gravedad sigue siendo una opción popular en zonas donde el agua está disponible y los recursos para sistemas más sofisticados son limitados. Es una alternativa funcional y sostenible cuando se implementa correctamente.
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